Nosotros los seres humanos estamos creados con la capacidad de SER en Dios. Por eso el pecado al separarnos de Dios nos dejó encerrados en este mundo mortal y corrupto, a merced de quien nos hizo semejante daño a los humanos. Pero Dios nos ama tanto que no quiso dejarnos abandonados y nos envió al Emmanuel. Nuestro Salvador Jesucristo es el Dios-con-nosotros. Al descubrirnos Quién es Dios, nos revela quienes somos nosotros. Estamos creados a “Imagen” de quien tenemos prohibido crearnos una imagen. Quiere decir que nosotros somos ilimitados y sólo Dios puede satisfacernos. Vivimos en un mundo en el que todo es limitado y Cristo nos enseña a usar nuestro cuerpo limitado para dar frutos de vida eterna. Poner nombre a Dios sería meterlo en una imagen mental, por eso YO SOY es un Nombre perfecto, no podemos meter semejante nombre en una imagen.
En el Evangelio Cristo nos invita a mantenernos dando frutos de Vida Eterna. Que cuando dejemos este mundo, la muerte, no nos tome desprevenidos distraídos en las limitaciones de este mundo. Entregar nuestras capacidades ilimitadas a las cosas limitadas y corruptas de este mundo sería un gran desperdicio. Utilizar mi inteligencia, mi creatividad, mi tiempo solo para ganar dinero y para los placeres corporales es realmente una locura sabiendo que tengo la oportunidad para invertirlos en el Reino de Dios. Llenar mi inteligencia con la Sabiduría Divina, llenar mi corazón con los planes de Dios y utilizar mis palabras para transmitir la Palabra que da Vida Eterna y convertir a los seres humanos con quienes me relaciono en Hijos de Dios.